martes, 17 de enero de 2012

Yo soy mi futuro.
Yo decido el camino.
Yo decido vivirlo,
sentirlo, amarlo u odiarlo,
Yo decido dirigirlo
o dejarme dirigir.
No es el vecino,
ni mi madre,
ni mi pareja:
Cada decisión es mía,
y sólo mía,
incluso la de dejar
que me dirijan.
Por lo tanto,
si Yo soy el que está al mando,
ahora, o cualquier momento,
es bueno para tomar otro rumbo,
decir basta,
abrir el corazón,
dejar de sufrir,
amar un poco más,
sonreír un poco más,
dar un poco más,
disfrutar un poco más,
y quejarme un poco menos.

Yo soy el capitán de este barco que es mi Vida.
Yo soy el capitán que se guía por esta vela que es mi Alma.

(éstas dos últimas frases son una adaptación de un poema de Khalil Gibrán)

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