viernes, 23 de diciembre de 2011

Tus pensamientos crean tu futuro. Así como te sientes, así sienten tu cuerpo y tu mente, y enfocas tu energía en eso que estás pensando, en CÓMO lo estás pensando: alegre, enfadado, agradecido, agresiva...

Por lo tanto, esa forma de pensar crea una energía o una vibración que afecta a tu entorno, y éste se modifica conforme a lo que tú crees: ¿crees que será un día largo y cansado? pues si así lo crees, así será. ¿Prefieres pensar que tienes un día abierto a las oportunidades y las buenas noticias por delante? Pues así será también. Lo mismo con tus pensamientos sobre la salud, la amistad, el dinero, el trabajo, tu suegra... :)

Así que cambia tu forma de pensar, pero cambia también tus SENTIMIENTOS. No digo que seas  una "happy flower" todo el día, con sentir gratitud, cariño o bienestar ya vale. Gratitud hacia tí misma, hacia tu casa, tu trabajo, tu ropa, o algo que te haga feliz de verdad.
Busca eso en tí, esa fuente genuina de felicidad, y mantén la sensación todo lo que puedas. Busca también ese objetivo, esa meta de felicidad que quieras alcanzar, y disfruta del camino, no sólo del resultado. Saborea cada instante del proceso, ya sea algo sencillo o algo más grandioso.
Disfruta.

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